En las páginas salmón de La Vanguardia de ayer dedicaban casi tres páginas a la publicidad abusiva, por ser invasiva y desproporcionada. El Institut Municipal de Paisatge Urbà i Qüalitat de Vida (quizá también "excesivo") lleva 922 requerimientos a comercios, farmacias, concesionarios y pequeños comercios en general, aunque apenas 50 acaban en denuncia.
Está claro que no todo vale para llamar la atención en las vías públicas, OpenCor lo sabe bien, pues se ha visto obligado a modificar la imagen exterior de sus tiendas por el famoso Instituto que resumiremos como: Paisatge Urbà. Esta empresa ha tenido que modificar sus grandes ventanales de color azul, o su rotulación inmensa, por causar un impacto visual excesivo: la normativa es para todos, está bien. Pero otro capítulo es el de los espontáneos que ponen lonas con mensajes comerciales "liquidación total por cierre" (algunos llevan años cerrando) o "últimos precios", cuando no estamos en época de rebajas. Estas iniciativas espontáneas de los pequeños comerciantes se tienen que encauzar, no solo por una cuestión de gusto estético, sino también porque suponen una "invasión". Del mismo modo que molesta el exceso de publicidad en los buzones o los periódicos gratuitos tirados por el suelo o en los andenes y bancos del metro, moderar todo este abanico de acciones comerciales me parece que no tiene buen remedio. No puedo ofrecer ninguna solución, pero sí que se me ocurre una idea sostenible: si los periódicos gratuitos recogieran sus "excrementos" de papel cada día, y las empresas de buzoneo hicieran otro tanto, podrían fardar de prestar un servicio social que "modera" su estrategia invasiva, y seguro que ganarían reconocimiento social y por tanto prestigio ante la ciudadanía.
jueves, 8 de mayo de 2008
Publicidad sin control: ¿pero si esto no molesta?
Publicado por Jordi Pujol Soler en 11:58
Etiquetas: comunicación, cultura, Publicidad, tendencias
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2 comentarios:
Cada vez es mas dificil hacer respetar nuestros derechos como consumidores... la publicidad "normalmente" es abusiva y constante, resulta muy stressante sentirse un objeto de deseo todo el tiempo... ellos nos quieren vender...nos desean como compradores y nosotros sufrimos su incesante acoso.
Despues como todo...cuando buscas algo nunca lo encuentras ...!!!! ley de Murphy!
Muy bueno el blog adelante!
Efectivamente una publicidad así de agresiva se vuelve en contra del hombre. Aelia, está en nuestra mano proponer una comunicación que tenga una brújula que indique algo más que el beneficio económico.
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