Hay temas de debate que son cíclicos, y el de la moda-tallas-anorexia es una muestra de este fenómeno. En la entrevista con la modelo B.Bosé que ofrece hoy El País, se afronta el tema: "cuando empieza Cibeles sacan lo de las tallas. Ahora que si somos cilindros, diábolos o campanas. Tratan a las mujeres como si fuéramos objetos". Esta coletilla final es quizá lo que más duele de todo este debate, pues pone al descubierto lo que realmente importa: el canon estético imperante, la delgadez. Esta frase puesta en boca de una persona que lleva 10 años sobre la pasarela, es al menos inquietante. La modelo asegura que la delgadez no es sinónimo de elegancia, pero qué tiene que decir, pobre. Es la paradoja del momento actual: un mundo que potencia valores estrictamente corporales, pero las personas reivindican su belleza interior, como hastiadas de su sometimiento. Testimonios com este siguen dando que pensar, pero nadie mueve ficha, así pues: ¡que siga la ficción de las vanidades!
martes, 12 de febrero de 2008
Las modelos se reivindican
Publicado por Jordi Pujol Soler en 10:48
Etiquetas: comunicación, cultura, ética, manipulación, moda, tendencias
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