Hace unos días publicaba Vicente Ruiz en El Mundo una noticia que se podía tomar como ejemplo de naming, branding o lo que queráis. A mi me parece una iniciativa de comunicación muy fresca y atractiva.
miércoles, 4 de junio de 2008
Más lecciones de creatividad: implicar a todo un pueblo como escaparate publicitario
Bitter Rosso, el hermano más humilde de la familia Coca-Cola, para dar a conocer esta olvidada bebida y disputar el mercado a su gran rival, Bitter Kas, ha involucrado a todo un pueblo entero. Se trata de una iniciativa rompedora en la que se aprovechan de la similitud fonética entre la localidad, Monterosso (Spezia, Italia), y la marca, Bitter Rosso. Le propusieron al alcalde que nombrara a la bebida aperitivo oficial del pueblo, y para darle simbolismo a la iniciativa inventaron una celebración popular: la fiesta del limón. El resto de detalles de la campaña os los podéis imaginar: escaparates plagados de Bitter Rosso y limones por todos lados.
Comparto con V. Ruiz, que el reto está en que las marcas pequeñas consigan vender sus productos sin poder contar con un gran presupuesto de publicidad. ¿Cómo? tirando de imaginación y de ¡buena creatividad! Desde el punto de vista de las ventas, no se si conseguirán disputarle a Kas su hegemonía, pero en cualquier caso, es una experiencia de cómo la buena comunicación no necesita de grandes festivales publicitarios ni de la difusión en medios de alcance masivo. Estos señores han conseguido una cosa mayor: implicar a todo un pueblo como escaparate publicitario, ¿no es esto buena comunicación?
Publicado por Jordi Pujol Soler en 10:35
Etiquetas: comunicación, cultura, Publicidad
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1 comentarios:
Es una idea bonita, e incluso brillante, pero eso no basta para vender. El mundo comercial es la selva pura y dura. ¡Con ideas bonitas no se mantiene a flote un producto o una empresa!
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