Un programa de la RAI revela las entretelas del lujo: Prada, Gucci, Dolce & Gabbana y muchas otras grandes firmas de moda fabrican sus productos en grandes barracones donde comen, duermen y trabajan centenares de inmigrantes chinos, en situación regular o en la clandestinidad. Los sueldos rondan los 800 euros al mes. La mano de obra necesaria para fabricar un bolso de Prada viene a costar entre 10 y 20 euros. Ésa es la realidad, según el programa televisivo de investigación Report, de la moda italiana, una industria que factura 70.000 millones de euros.
Las imágenes resultaban explícitas. Ocultos tras una falsa pared o amontonados en habitaciones llenas de basura, los inmigrantes trabajan hasta 12 horas diarias para satisfacer los pedidos de las empresas que, en teoría, deberían fabricar los productos. Porque algunas de las grandes casas de moda subcontratan la producción a talleres que, a su vez, subcontratan el trabajo a talleres clandestinos.
miércoles, 5 de diciembre de 2007
La moda italiana se queda al desnudo en televisión
Quizá los presidentes de estas compañías deberían mandar a sus directores generales a una escuela de negocios a hacer un curso de RSC, o bien redescubrir cuáles son las claves de su éxito como marca. Ya se ve que El diablo se viste de Prada y de Gucci, y de Dolce&Gabbana y de otras muchas más.
El País - ENRIC GONZÁLEZ - Roma - 05/12/2007
Publicado por Jordi Pujol Soler en 11:12
Etiquetas: comunicación, ética, manipulación, moda
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