Un programa de la RAI revela las entretelas del lujo: Prada, Gucci, Dolce & Gabbana y muchas otras grandes firmas de moda fabrican sus productos en grandes barracones donde comen, duermen y trabajan centenares de inmigrantes chinos, en situación regular o en la clandestinidad. Los sueldos rondan los 800 euros al mes. La mano de obra necesaria para fabricar un bolso de Prada viene a costar entre 10 y 20 euros. Ésa es la realidad, según el programa televisivo de investigación Report, de la moda italiana, una industria que factura 70.000 millones de euros.
Las imágenes resultaban explícitas. Ocultos tras una falsa pared o amontonados en habitaciones llenas de basura, los inmigrantes trabajan hasta 12 horas diarias para satisfacer los pedidos de las empresas que, en teoría, deberían fabricar los productos. Porque algunas de las grandes casas de moda subcontratan la producción a talleres que, a su vez, subcontratan el trabajo a talleres clandestinos.
miércoles, 5 de diciembre de 2007
La moda italiana se queda al desnudo en televisión
Publicado por
Jordi Pujol Soler
en
11:12
0
comentarios
Etiquetas: comunicación, ética, manipulación, moda
lunes, 3 de diciembre de 2007
La Tele Verdad
La interactividad de la televisión utilizada como instrumento para que el telespectador adopte una postura de “juez”, sobre casos, actitudes, situaciones, personas. De modo que –con gran éxito de audiencia- se difunde una mentalidad de ordalías democráticas , donde lo que opine la mayoría en un preciso instante (o lo que se logra hacer creer que piensa la mayoría) sería ipso facto una verdad absoluta, con un valor agregado de ley.
Gianfranco Bettetini y Armando Fumagalli, Lo que queda de los medios
Publicado por
Jordi Pujol Soler
en
10:08
0
comentarios
Etiquetas: comunicación, ética, Televisión
sábado, 1 de diciembre de 2007
Engaño alimentado por razones culturales
Todo esto nos muestra la gran influencia que ejercen los esquemas habituales y los preconceptos culturales sobre la forma en que nos acercamos a la realidad.
E. H. Gombrich Arte e ilusión. Observaciones de un rinoceronte:
Publicado por
Jordi Pujol Soler
en
16:40
0
comentarios
Etiquetas: comunicación, ética, Periodismo